domingo, 20 de febrero de 2011

Edmund Husserl


(Prossnitz, hoy Prostejov, actual República Checa, 1859-Friburgo, Alemania, 1938) Filósofo y lógico alemán. Nacido en el seno de una acomodada familia judía, estudió física, matemáticas, astronomía y filosofía en las universidades de Leipzig, Berlín y Viena. En Viena asistió a los cursos que impartía el sociólogo Franz Brentano, quien influiría decisivamente en su formación filosófica. A partir de 1887 fue profesor en Halle, y en Gotinga desde 1906. En 1916 pasó a ser profesor titular de la Universidad de Friburgo, donde ejercería la docencia hasta su jubilación, en 1928. En sus primeros textos, como Filosofía de la aritmética, obra publicada en 1891, analizó la génesis y el empleo de los símbolos numéricos. Sus escritos propiamente filosóficos comenzaron con la publicación, en 1900-1901, de Investigaciones lógicas, en la cual polemizó con el psicologismo y con la que se abre su pensamiento más original. Su intención era establecer una base epistemológica para la filosofía que la convirtiera en propiamente científica, base que halló en el método que llamó «fenomenológico» y que representa en cierta medida una modernización del trascendentalismo kantiano. La conciencia (el ego) es la condición de posibilidad de cualquier conocimiento, y tiene la característica de ser «intencional», término tomado de Brentano, según el cual la conciencia es siempre «conciencia de algo», es decir, se refiere a un objeto. La evidencia primera viene dada por esta aparición del objeto a la conciencia, previa a cualquier interpretación subjetiva, y que constituye propiamente la esencia de los objetos. En este sentido, su lema fue volver «a las cosas mismas», aunque en realidad se refiere al objeto que aparece a la conciencia (fenómeno). En su voluntad de resolver la clásica oposición entre racionalismo y empirismo, lo que propone el filósofo es la superación de una actitud naturalista y psicologista a través de un método por el cual el yo se convierte en espectador desinteresado de sí mismo y es capaz, de este modo, de reconstruir la estructura de la conciencia y el mundo como fenómeno que aparece en ella. La aspiración metodológica de la fenomenología evolucionó hacia una concepción propiamente idealista, según la cual la conciencia es lo que funda tanto el mundo objetivo como la intersubjetividad, esto es, la relación entre las personas, en un intento de sentar una aproximación renovada a la vida y a la independencia moral del sujeto. Con la llegada del nazismo al poder en 1933, fue apartado de la docencia. Su filosofía se encuentra en la base de la llamada «escuela fenomenológica», de la que partieron Max Scheler y Martin Heidegger, en quien vio a su legítimo continuador, aunque las ideas de éste expuestas en Ser y tiempo motivaron la ruptura entre ambos.

Obras de Husserl


  • Philosophie der Arithmetik. Psychologische und Logische Untersuchungen (Filosofía de la Aritmética), 1891
  • Logische Untersuchungen. Erste Teil: Prolegomena zur Reinen Logik (Investigaciones Lógicas, Vol. 1), 1900
  • Logische Untersuchungen. Zweite Teil: Untersuchungen zur Phänomenologie und Theorie der Erkenntnis (Investigaciones Lógicas, Vol. 2), 1901
  • Ideen zu einer reinen Phänomenologie und phänomenologischen Philosophie. Erstes Buch: Allgemeine Einführung in die reine Phänomenologie (Ideas Relativas a una Fenomenología Pura y a una Filosofía Fenomenológica), 1913
  • Formale und Transzendentale Logik. Versuch einer Kritik der Logischen Vernunft (Lógica Formal y Trascendental: Ensayo de una Crítica de la Razón Lógica), 1929
  • Méditations Cartésiennes (Meditaciones cartesianas), 1931
  • Die Krisis der Europäischen Wissenschaften und die Transzentale Phänomenologie: Eine Einleitung in die Phänomenologische Philosophie (La Crisis de las Ciencias Europeas y la Fenomenología Trascendental: Introducción a la Filosofía Fenomenológica), 1936
  • Erfahrung und Urteil. Untersuchungen zur Genealogie der Logik (Juicio y Experiencia), 1939

Antropologia
Tanto Husserl, como Descartes, como Heidegger tienen una preocupación en común: se ocupan del ser.
Descartes llega a lo metafísico desde sí mismo; aborda el problema de Dios y del alma desde la afirmación de la existencia del yo ("El ser es").
Husserl pretende una ciencia absoluta en la que se funden el fenómeno y el noumeno kantianos, una ciencia, pues, trascendental donde lo metafísico se aborda por la disolución de la oposición fenómeno-noumeno, por la reducción fenomenológica, la epoché y la reducción eidética que nos lleva a lo trascendental, al eidos ("El ser es la esencia").
Heidegger capta el ser por el estado anímico resultante de la ausencia de éste, la angustia, alrededor del cual da sentido a la existencia, que es una constante huida de la Nada ("El ser es la existencia").
El primero se ocupa de "¿qué puedo conocer?", y habla de "poder" conocer porque confía en la razón para llegar al conocimiento.
El segundo se ocupa de "¿cómo conozco?", pues se centra en aquello que, de hecho, le ha posibilitado el acceso al conocimiento a Descartes, esto es, "el tomar conciencia de sí mismo haciendo algo" elevado a método de conocimiento.
El tercero se ocupa de "¿qué conozco?", pues lo anímico se manifiesta por sí mismo y a través de la angustia se hace patente aquello sobre lo que se asienta la existencia (el ente) precisamente por su ausencia: la Nada.
Son, en definitiva, tres vias distintas de conocimiento que confluyen en la aproximación al ser desde tres perspectivas, y por tanto, de tres modos distintos: racional, psíquico y anímico.

Ontologia
Según Husserl la ontología es una ciencia de las esencias que puede ser formal o material. La primera se dedica a las esencias formales, es decir, a las propiedades de todas las esencias. Las ontologías materiales tratan de esencias materiales y se restringen según los modos de sus objetos. Por tanto, son llamadas también “ontologías regionales”.12Obviamente la ontología formal abarca todas las materiales e incluso las del ser..

Epistemologia
A principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a fondo y sutiles matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas escuelas de pensamiento rivales. Se prestó especial atención a la relación entre el acto de percibir algo, el objeto percibido de una forma directa y la cosa que se puede decir que se conoce como resultado de la propia percepción. Los autores fenomenológicos afirmaron que los objetos de conocimiento son los mismos que los objetos percibidos. Los neorealistas sostuvieron que se tienen percepciones directas de los objetos físicos o partesde los objetos físicos en vez de los estados mentales personales de cada uno. Los realistas críticos adoptaron una posición intermedia, manteniendo que aunque se perciben sólo datos sensoriales, como los colores y los sonidos, éstos representan objetos físicos sobre los cuales aportan conocimiento.
Un método para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto de conocer y el objeto conocido fue elaborado por el filósofo alemán Edmund Husserl. Perfiló un procedimiento elaborado, al que llamó fenomenología, por medio del cual se puede distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno piensa que son en realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases conceptuales del conocimiento.
Etica
Para Husserl* el ámbito de la Ética* es coextensivo con la razón práctica*,  cuya ley fundamental es proceder en razón de algún fin y arbitrar para él los correspondientes medios. Esta ley se cumple ya, por ejemplo, en el arte de la arquitectura, en la estrategia militar, en la curación de la enfermedad, el funcionamiento del Estado, y así sucesivamente, según el principio de que especies particulares de fines fundan artes especiales. En relación con estos ámbitos delimitados la Ética se refiere al querer y al actuar en general, implicados en cada uno de sus niveles particularizados, análogamente a como la Lógica es una teoría de las leyes de la razón en general que rige para cualquier conocimiento particular. Y tanto una como otra separan normativamente, cada cual a su nivel, lo que es correcto de lo incorrecto. Así, que quien quiere el fin quiera los medios adecuados a ese fin es una ley general de la razón práctica*, cualesquiera que sean los dominios particulares de actividad.

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